8 de junio de 2012. Cristian Segura se dispone a asistir a la graduación de su hermana en el prestigioso colegio barcelonés Sant Ignasi. Al llegar se encuentra con una escena trágica: Manuel, un joven de 30 años, se ha quitado la vida colgándose de un árbol -un ombú- en los jardines de la escuela. Esta historia real es el punto de partida que lleva al autor a iniciar una investigación sobre quién era el suicida y por qué lo hizo. Ante la frustración de no encontrar respuestas, Segura aborda el caso de una manera más amplia y convierte el libro en un reportaje sobre el rechazo social ante la tragedia, la fatal atracción por el abismo y los fantasmas que acechan a los que quedan con vida.
Una indagación sobre los motivos que pueden llevar al enigmático y oscuro camino del suicidio.