En el terrado del Museo de la Civilización Islámica de Sarja, un
	emirato próximo a Dubái, se descubre el cadáver de Salma Al Hashimy,
	una empleada que nadie ha echado en falta y de la que nadie
	lamenta su muerte. Hessa Al Falasi, una joven abogada dubaití,
	sospecha que este suceso podría estar relacionado con algunos
	hechos extraños que están ocurriendo en el museo. De todo ello
	la ha puesto al corriente Lubna, su hermana mayor, confinada por
	razones médicas en un ático de un rascacielos cercano. La joven
	abogada, cubierta con un velo y una abaya, la túnica negra típica
	de su país, se verá inmersa en una investigación que tendrá que
	compaginar con la defensa de sus clientas en el Tribunal de la Sharía,
	sus oraciones en la mezquita y, también, con la preparación de
	su gran boda, una celebración que deberá colmar las expectativas
	de su familia y del resto de la sociedad emiratí.